Tras muchos años de experiencia en el sector, la única premisa en la que basamos nuestro trabajo es que cada proyecto tiene unas particularidades diferentes que lo hacen único, por lo que no existe una guía preestablecida que se pueda seguir para garantizar el éxito de una instalación lúdica en un entorno de turismo y actividades en familia. Precisamente, en saber analizar estratégicamente estas circunstancias para generar una propuesta de mucho valor es donde reside la clave del éxito.
No obstante, desde The Fun Lab hemos recapitulado y queremos compartir contigo una serie de consejos que puedes tener en cuenta si te estás planteando realizar un proyecto de ocio para familias en tu complejo:
1. Ocio para todos – Segmentación por edades
Imagínate esta situación: una familia de dos adultos va con su hijo/a de tres años a un hotel familiar de vacaciones. Se trata de un resort recién reformado y muy cuidado, gastronomía perfecta (incluso con un menú especial para los más pequeños), con unos servicios exquisitos… y además tienen como propuesta de ocio acuático toboganes espectaculares de más de 3 metros de altura en los que un niño pequeño no puede tirarse. Conclusión: Pese a que la instalación lúdica es muy espectacular y atractiva, la experiencia de esa familia no es buena, ya que su hijo/a no dispone de una instalación de ocio acorde a su edad. Lo mismo sucedería si ese hijo/a tuviera 10 años y la única propuesta del mismo hotel fueran toboganes de apenas 60 centímetros de altura dentro de una piscina infantil de chapoteo.
Por ello, siempre recomendamos que a la hora de plantear un proyecto de ocio se tengan en cuenta todas las edades potenciales a cubrir dentro de los target de clientes, con juegos adaptados al desarrollo psicomotriz de cada rango de edad.
Nosotros solemos diferenciar entre estos cuatro grandes colectivos cuando hablamos de espacios de ocio infantil y acuático:
- Babies (0-3 años)
- Toddlers (4-7 años)
- Kids (8-12 años)
- Teens* & Adults (+12 años)
2. Con la seguridad no se juega. Máxima atención y seguimiento a las normativas aplicables.
Cuando planteamos la implantación de un proyecto de ocio en territorio nacional, existen una serie de normativas y regulaciones que entran en juego a la hora de diseñar las áreas y los juegos que se pretenden instalar, tanto para áreas de parques infantiles, como en piscinas lúdicas con juegos.
En este punto, es importante comentar las dos tipologías regulatorias que entran en juego; por un lado, legislaciones nacionales (ejemplo: el Real Decreto 742/2013, por el que se establecen los criterios técnico-sanitarios de las piscinas) y legislaciones autonómicas específicas (por ejemplo, las referentes a la calidad y tratamiento del agua de cada comunidad). Por otro lado, también entran en juego las normativas UNE (un conjunto de normas, normas experimentales y estándares creados por la Asociación Española de Normalización). Estas normas consisten en una especificación técnica de calidad, cuya aplicación no es obligatoria, aunque su cumplimiento se ha vuelto en un requisito prácticamente imprescindible por parte de los actores tanto del sector privado (touroperadores, políticas internas de cadenas hoteleras…), como público (inclusión en licitaciones públicas).
En cuanto a las zonas de parque infantil, las dos normativas más extendidas son:
- UNE-EN 1176. Seguridad para los equipamientos y las superficies de las áreas de juego.
- UNE-EN 1177. Revestimiento de las superficies de las áreas de juego absorbedores de impactos
Por lo que respecta a las zonas lúdicas acuáticas, más allá del Real Decreto nacional sobre piscinas y las legislaciones autonómicas específicas, las normativas más extendidas son:
- UNE-EN 13451. Seguridad y métodos de ensayo para el equipamiento utilizado en pisicnas.
- UNE-EN 1176. Seguridad para los equipamientos y las superficies de las áreas de juego.
- UNE-EN 1069. Seguridad para todos los toboganes acuáticos en las piscinas de uso público.
Además, en los últimos casos arriba citados (al tratarse de codificación UNE-EN), se trata de normas de carácter europeo.
3. El uso de tecnología puede ser tu gran aliado.
Al igual que sucede con todos los aparatos de domótica y equipamientos que permiten controlar desde una APP tanto las estancias de una casa como las habitaciones de un hotel, el mundo de la piscina no ha sido ajeno a todas estas innovaciones con soluciones tecnológicas asequibles para todos los presupuestos de inversión.
El Internet de las Piscinas (IoP) ha traído un sinfín de ventajas para aquellos gestores de espacios acuáticos y de ocio que, al apostar por la conectividad de su instalación, obtienen una mejor seguridad y eficiencia en su funcionamiento, un mayor ahorro de tiempo y dinero, así como la tranquilidad de poder monitorizar y controlar toda la instalación con un solo click, incluso configurando el envío de notificaciones a tu dispositivo por parte del sistema.
En este sentido, las zonas de ocio acuático también pueden ser objeto de convertirse en instalaciones 2.0., con funcionalidades específicas para la gestión de estas áreas. La solución con un uso más extendido son los controladores inteligentes, que monitorizan y gestionan los equipamientos hidráulicos conectados a los juegos, permitiendo generar secuencias de salida de agua mediante electroválvulas, programar los horarios de funcionamiento o la conexión con sensores incorporados en el área de juegos, con un claro impacto en el ahorro de energía y agua. Sin embargo, el desarrollo tecnológico va a generar aún mayores avances en el campo de zonas lúdicas y muy pronto será muy habitual jugar en instalaciones donde el niño podrá tener un control superior sobre los efectos lúdicos de los juegos, la obtención de registros asociados a la persona en función de sus parámetros de movimientos, o la incorporación de todo tipo de efectos sensitivos a nivel visual, melódicos u olfativos que generen una experiencia inmersiva total.
4. Instalaciones sostenibles = instalaciones preferibles.
Las Naciones Unidas (UN) define al desarrollo sostenible como ‘aquel que asegura las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para enfrentarse a sus propias necesidades’. Por esta razón, dicho desarrollo tiene que implicar los ámbitos medioambientales, económicos y sociales, de manera que cualquier actividad económica genere crecimiento y prosperidad, pero sin perjudicar al medio ambiente y a la sociedad.
El sector turístico está teniendo un papel crucial en la puesta en marcha de estrategias de desarrollo sostenible a nivel mundial, más aún cuando el año 2017 fue declarado el “Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo”, buscando un papel clave y un mayor compromiso del sector con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. En este sentido, pese a la cada vez mayor apuesta de las compañías por adaptar y generar instalaciones lo más eficientes posibles y menor impacto en el medioambiente, creemos que en el mundo de áreas lúdicas hay mucho camino aún por recorrer.
Durante el verano pasado el sector se hizo eco del concepto Flygskam, una tendencia que vino de los países nórdicos que significa literalmente ‘vergüenza de volar’ y genera en la persona un sentimiento de culpa ante los efectos ambientales dañinos del transporte aéreo y su influencia en el cambio climático. Pese a que se trata aún de un fenómeno con efectos limitados en la llegada de turistas internacionales a España, se calcula que es el causante de una bajada del 11% de tráfico aéreo interno en Suecia. Por tanto, no solamente por el compromiso de reducir el impacto de nuestra actividad en el medioamiente, ahora más que nunca el grado en que tu instalación implemente criterios de sostenibilidad puede ser lo que atraiga o expulse a tus clientes de tu establecimiento.
En The Fun Lab tenemos la misión de ayudarte a generar espacios e implementar medidas para hacer tus zonas de ocio y piscinas lúdicas más sostenibles. Aunque apostar por hacer un complejo sostenible implica acciones transversales que impactan sobre los tres ámbitos vistos arriba, nuestra acción se centrará en ayudarte a trabajar en el aspecto medioambiental, abordando puntos como las emisiones contaminantes, gestión energética, consumo y reutilización del agua, contaminación acústica y gestión de residuos de la instalación.
5. Cuenta una historia… pero que sea única y te identifique
Hasta la actualidad, han existido temáticas bastante recurrentes de diseño cuando un complejo se ha planteado llevar a cabo un proyecto de ocio en sus instalaciones; barcos pirata, mundo marino, animales de la jungla o de la selva… Si bien es cierto que se trata de tematizaciones muy fácilmente reconocibles y, por tanto, diseños amigables para los niños, puede que esos mismos establecimientos estén perdiendo una oportunidad de oro para establecer una relación fuerte y duradera con sus potenciales clientes en un mercado cada vez más competitivo y menos fiel a un destino o resort.
Es crucial aplicar una perspectiva estratégica también a la hora de plantear el diseño y conceptualización estética de un área lúdica, siendo el storytelling la mejor herramienta para ello. ¿Y en qué consiste eso del storytelling? Simplemente, el arte de contar una (buena) historia.
Por ello, no existe una temática ideal a la hora de plantear un proyecto, sino que esta se determina precisamente del análisis y explotación de los valores y aspectos identitarios que hacen única a una marca. Un ejemplo rápido: hace un año trabajé en un proyecto muy especial para un cliente de Baleares que entendió muy bien este concepto: por un lado, nos demandó una serie de conceptos exclusivos en los que él mismo participó en su diseño y configuración. En el área de teens barajó un galeón inspirado en el diseño tradicional de nave balear, un faro con unos efectos de agua totalmente novedosos y un esqueleto de ballena… mientras que en la zona de niños más pequeños pidió un ‘Jardín de animales marinos’, con inspiración en los mundos imaginados de las canciones del famoso grupo pop-rock británico de los años 60s. Este cliente entendió muy bien cuál era su perfil de usuario (principalmente, familias británicas y centro-europeas) y tuvo claro qué esencia quería transmitirles.
Más allá de este caso concreto, muchos complejos turísticos enfocados al público familiar tienen trazados planes estratégicos sobre la gestión de sus áreas Brand, Entretenimiento y Animación. En estos planes se han establecido las bases por las que se conectan a los usuarios con el mensaje que se está transmitiendo, siendo la historia global que se cuenta el escenario ‘mágico’ sobre el que crear los vínculos emocionales entre la marca y las familias. Y es justo este punto la verdadera clave de la fidelidad, ya que se habrá ligado en la mente del usuario a los valores que queremos transmitir.
En definitiva, es clave crear espacios súper divertidos y para todos los rangos de edad para que la diversión sea el vehículo de atracción y generación de experiencias para las familias, ese recuerdo será imborrable. Sin embargo, es imprescindible una historia única y que nadie más pueda contar si queremos que esa emoción generada tan solo se asocie a nuestra marca.
6. Ya tienes una historia propia, ¡explótala!
Pongamos que, después de un gran trabajo de investigación y análisis, ya has conseguido encontrar cuál es el elemento que te hace único y conecta con las familias. ¿Y ahora qué?
El primero de los puntos relativos al storytelling, que es muy importante a tener en cuenta cuando estás en la fase de diseño de una zona de ocio, es la generación de una forma totalmente medida de espacios instagrammeables y actividades/experiencias que fomenten el User-generated content (UGC). Es decir, cualquier tipo de contenido generado por los propios clientes y usuarios, en sus diferentes formatos (fotos, vídeos, tweets, posts en un blog…) y que en el caso del sector turístico generalmente se comparten a través de las redes sociales.
Volvamos al ejemplo del mismo hotel visto en el punto anterior: en la fase de diseño, este mismo cliente solicitó que todas las áreas de juegos descritas contaran con juegos y elementos decorativos específicos para la toma de fotos de los padres a sus hijos o directamente un recuerdo de toda la familia. De una forma estudiada, este cliente insertó su marca y/o signos distintivos en los equipamientos que resultaban de atracción para esos entornos idílicos que, en la práctica, es lo que prácticamente la mayoría de usuarios comparte en redes sociales como recuerdo de sus vacaciones.
Las empresas turísticas que más han explotado esta estrategia dentro de su plan global de marketing de contenidos han ido incluso más allá e incluso han generado portales digitales específicos donde las familias pueden compartir sus imágenes y recuerdos de sus vacaciones. Este portal van totalmente relacionados con los planes de fidelización de las marcas, asociando sus actividades con todo tipo de recompensas, descuentos o servicios premium para sus usuarios.
El segundo de los puntos importantes a tratar, totalmente ligado al anterior, consiste en las potenciales oportunidades de generar un merchandising en el ámbito de turismo familiar, bien en clave de generación de nuevos ingresos, bien como un medio más de explotar la experiencia vivida en la fase posterior a la estancia. En otros segmentos turísticos, son muchos los hoteles que utilizan sus amenities para generar una experiencia ampliada en sus huéspedes, creando su propio aroma o asociándose con una marca top que diseña en exclusiva ese producto por el que muchos clientes pagarían para llevárselo a su casa. ¿Por qué no iba a suceder lo mismo en el caso de un hotel, camping o complejo de ocio? Si la experiencia del viaje y con la marca ha sido totalmente satisfactoria, ¿quién no querría pagar por un recuerdo único y exclusivo de sus vacaciones?
7. Empatiza, estudia, testea… y vuelta a empezar.
Partimos de la base por la que cada persona y cada niño/a de este mundo es diferente. Nacemos con gustos, habilidades psicomotrices y actitudes únicas y personales, por lo que la forma de entender el juego y las interacciones con los equipamientos lúdicos también es totalmente diversa. Aún así, muchas organizaciones del mundo turístico como cadenas de hoteles o touroperadores, sí barajan estudios sobre patrones de conducta en la demanda de áreas lúdicas de las familias y en el juego de los niños en función del parámetro principalmente de su nacionalidad, ya que comparten una serie de comportamientos externos que se rigen por pautas externas que la sociedad en la que vive acepta.
Independientemente de ser muy interesante tener en cuenta estos estudios a la hora de plantear un proyecto de ocio, existen otra serie de acciones muy sencillas que el equipo de un complejo puede llevar a cabo mañana mismo. ¿Nos hemos parado alguna vez a analizar cuál es el juego con el que más niños interactúan en una instalación propia o en la vecina más cercana que se tenga? ¿Hemos preguntado a los niños qué es lo que más y menos le ha gustado de la instalación? ¿Habría alguna forma para que, simplemente cambiando algún elemento de sitio o habiendo situado el área ciertos metros hacia otro lado, la experiencia de los niños y las familias sea mejor? La respuesta siempre es SÍ, ya que cada día se pueden obtener nuevos aprendizajes para optimizar la forma de relacionarse el cliente con una instalación lúdica. Al igual que en el resto de ámbitos, en el caso de espacios de ocio los pequeños detalles son los que marcan la diferencia.
Por último, cabe mencionar la importancia que tiene en el momento del diseño de estos espacios contar con propuestas lúdicas accesibles e inclusivas. El Ayuntamiento de Málaga, en colaboración con la ONCE y la Sociedad Federada de Personas Sordas de Málaga, desarrolló una Guía de Accesibilidad en el ámbito de la Cultura, Ocio y Deporte, con un capítulo específico para piscinas.
De igual manera existen modos para diseñar áreas lúdicas accesibles, tanto acuáticas como infantiles en seco: parques de agua sin profundidad o columpios con asientos accesibles son ejemplos de ello.
8. Resorts de ‘relax y vacaciones’ para adultos vs tiempo de ocio en familia. ¿Por qué no apostar por ambas?
Dejamos en último lugar este punto por lo polémico que resulta este debate entre los muchos clientes con los que en los últimos años hemos comentado al respecto. Por un lado, muchos hoteleros y gestores de resorts turísticos apuntan a que muchas familias ven en su(s) semana(s) como la ocasión perfecta para que sus hijos/as puedan pasar un tiempo entre las muchas propuestas de ocio que encuentran en sus establecimientos, todo bajo el perfecto cuidado por parte de sus amplios equipos de animación y monitores, mientras que esos adultos pueden disfrutar de un único tiempo de relax y momentos para ellos mismos, que durante el resto de épocas del año no disponen.
Por otro lado, encontramos otro grupo de opinión que está totalmente en desacuerdo con el punto de arriba y defiende que las vacaciones suponen uno de los pocos momentos durante el año en el que realmente pueden pasar un tiempo de calidad en familia, con actividades que conectan a hijos/as y padres, reforzando vínculos emocionales dentro de la familia.
¿Cuál es nuestra posición en The Fun Lab? Sin entrar a opinar desde un punto de vista subjetivo, consideramos que ambos puntos de vista tienen argumentos objetivos que las sostienen, por lo que creemos que una opción muy interesante a la hora de diseñar un proyecto de ocio es apostar por combinar ambos tipos de experiencias demandadas.
Existen fórmulas para crear espacios de ocio multigeneracionales, donde tanto el niño pequeño, el teen y los adultos puedan jugar juntos de forma colaborativa y pasar buenos momentos de diversión. Del mismo modo, en estas mismas zonas se puede igualmente generar modelos de áreas totalmente seguras -no se requiere la presencia física o vigilancia continua de un adulto-, donde los niños/as pueden jugar con sus iguales de una forma autónoma.