En el anterior post sobre turismo senior hicimos una primera aproximación hacia esta tipología de viajeros y la relación que tiene este segmento con el de las familias con niños, por su alto grado de complementariedad y por cómo una buena combinación de ambos puede convertirse en una estrategia idónea para combatir la desestacionalización en su actividad.
En este sentido, mostramos cómo el turismo senior se está convirtiendo en los últimos años en uno de los nichos que mayor atención está acaparando por parte del sector turístico.
Entre los factores que explican este foco está la evolución de la pirámide demográfica, que lleva a las sociedades occidentales a un aumento progresivo de población senior, sumado a un mayor grado de digitalización de estos usuarios -y, con ello, un mayor número de oportunidades a nivel de comercialización y gestión de su experiencia-, así como el surgimiento de subsegmentos de viajeros senior que permiten a las firmas ofrecer una oferta adaptada a las diferentes necesidades.
Silver economy, turismo de salud y turismo tradicional: Características de los sub-targets del actual turismo senior
Cuando hablamos de ‘turismo senior’ seguramente a muchas personas les vendrá a la mente el perfil de viajero de IMSERSO, programa social para fomentar el turismo en la tercera edad, que se ha venido desarrollando ininterrumpidamente todas las temporadas medias-bajas desde el año 1985, a excepción del año 2020 a consecuencia de la pandemia de la Covid-19.
Sin embargo, más allá de este segmento senior en clave nacional -al que podríamos definir como el ‘viajero senior tradicional’-, han surgido otros nuevos subsegmentos como la silver economy, tan interesante para las firmas turísticas, que corresponde a un perfil de viajero que goza de buena salud, que busca experiencias hedonistas o de ocio y tiene un alto poder adquisitivo; y el assisted o turismo de salud, que generalmente comprende perfiles de avanzada edad con necesidades asistenciales.
De forma generalizada, los aspectos característicos de cada una de las tres categorías serían:
- Silver Economy:
- Alto poder adquisitivo.
- Buena salud física.
- Motivación de ‘recuperar el tiempo perdido’.
- Alto grado de digitalización.
- Estilo de vida activo y con aficiones hedonistas (deporte, belleza, compras…).
- Fieles a marcas (mayor capacidad de consumo).
- Búsqueda de experiencias.
- Assisted / Turismo de salud:
- Necesidad de alojamientos con instalaciones adaptadas a sus necesidades.
- Demanda de servicios asistenciales específicos (fisioterapia, enfermería…).
- Estancias medias en temporada baja (por ejemplo: europeos que prefieren pasar las temporadas de frío en sus países de origen en destinos templados del sur de Europa).
- Se estima que la demanda de este tipo de oferta crecerá entre un 3,5 y un 5% anual entre el año 2020 y el año 2030.
- Turismo tradicional o ‘de Imserso’:
- Al igual que el programa social de viajes para el viajero senior nacional, se están poniendo en marcha programas europeos como el European Senior Tourism.
- Viajes en pareja y/o en colectivo con una motivación de socialización con iguales.
- Preferencia por alojamientos y destinos vacacionales, termales y/o cruceros.
- Demanda de destinos accesibles.
- Capacidad de gasto ajustada.
Subsegmentos de turismo senior: Las últimas claves
Todo lo que hemos comentado, tanto en este como en el post anterior, nos lleva a concluir que los viajeros senior son un buen target sobre el que enfocarse cuando se desea desestacionalizar otro tipo de turismo, como el que corresponde al segmento familiar.
Sobre ello, extraemos las siguientes conclusiones:
- Las tres opciones –assisted, turismo senior tradicional y silver economy– son interesantes de abordar, siempre que estén alineadas con la estrategia de la compañía en cuestión → Lo importante es entender bien el perfil del subsegmento senior que se ataca y generar una oferta interesante, acorde a sus necesidades y a la experiencia deseada.
- Probablemente, el perfil silver economy es por el que más van a apostar las marcas, por lo interesante que es el poder adquisitivo, unido a la digitalización y la fidelidad. Sin embargo, es el subsegmento más difícil de conquistar, ya que no solamente sirve con adaptar un alojamiento a un perfil senior (no es su principal motivación), sino que se deben ofrecer otro tipo de intangibles asociados a la propuesta de valor.
- No se deben obviar los otros dos subsegmentos → assisted o turismo de salud para senior es el que mayor complejidad técnica y necesidad de instalaciones y personal cualificado necesita, pero también genera unas rentabilidades muy altas para las firmas que atacan este perfil, así como hay una competencia muy baja en un sector en el que cada vez sube más la demanda especializada.
- En cuanto al perfil senior tradicional, es una solución muy interesante para seguir apostando por la desestacionalización de la actividad turística para muchos complejos hoteleros, gracias al aumento de turistas senior en los próximos años, tal y como ha estado ocurriendo hasta ahora.